Concepto de vil
En la palabra latina vilis se encuentra el origen etimológico del término actual, vil. Un adjetivo de corte peyorativo que se emplea para definir a toda aquella persona que se considera que es indigna, despreciable o infame. Calificativos estos que en muchas ocasiones van asociados al hecho de que alguien no posee ningún tipo de valores.
En este sentido, podríamos poner como ejemplo la siguiente frase: “Aquel hombre era un ser vil por el comportamiento que daba a quienes le rodeaban. Los humillaba, los maltrataba y no tenía ningún tipo de consideración hacia ellos”.
Asimismo, el concepto vil también es empleado en otras muchas ocasiones para exponer que un ser humano falta o no corresponde a la confianza que en él han depositado otras personas.
En sentido bíblico tiene igual significado, de cosas malas, indecorosas, reprochables o mezquinas, que en este caso, hieren el proyecto o plan divino. Por ejemplo, en Romanos 1:24 se expresa que Dios los dejó a su libre albedrío para que hicieran las cosas viles que les dictara su corazón, entregándose a sus más bajas pasiones, sexuales y de idolatría hacia falsos dioses.
Es necesario subrayar en el punto que nos encontramos que este término va asociado de manera indisoluble a dos palabras que ya forman parte del acervo popular. Por un lado, es frecuente que se hable del vil metal, una manera negativa de hacer referencia al dinero. Se suele utilizar, por ejemplo, cuando se dice que, por culpa del mismo, alguien ha actuado de mala manera para conseguir ser más rico o cuando un ser humano no tiene acceso a un servicio vital porque carece de liquidez: «Para conseguir el vil metal no dudó en robarle a su propia madre» o «Por culpa de no tener el vil metal no pude comprar los medicamentos que mi hijo necesitaba para sobrevivir».
Por otro lado, el concepto que nos ocupa viene a emplearse para formar el nombre de un instrumento letal que en España (y también en Cuba, Puerto Rico y Filipinas) se utilizó en los condenados a muerte, desde el año 1820, hasta la derogación de la pena capital por la Constitución del año 1978: el garrote vil. Un collar de hierro provisto de un tornillo era la infraestructura de este sistema con el que se conseguía que al reo se le rompiera el cuello y muriera así de manera rápida. Los últimos ejecutados por este medio en el ocaso del franquismo fueron en 1974, el anarquista y antifascista, Salvador Puig Antich, acusado de asesinar al policía Francisco Anguas Barragán, luego del atentado al presidente del Gobierno Carrero Blanco, y el alemán Heinz Chez, que había entrado a España con un pasaporte falso y asesinó a un agente de la Guardia Civil en Tarragona.
Fingermann, H. (4 de noviembre de 2011). Concepto de vil. Deconceptos.com. Actualizado el 29 de diciembre de 2022. https://deconceptos.com/general/vil
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