Concepto de gónada
La palabra gónada se originó en la unión de las palabras griegas γονή “goné” que se refiere al nacimiento o al origen, más el sufijo de relación “ados”.
Cuando hablamos de gónadas en los animales superiores y en los humanos, es para hacer referencia a las glándulas o células sexuales tanto masculinas como femeninas con capacidad, a través de sus gametos, de originar a un nuevo ser de la especie, teniendo además otras funciones hormonales, asociadas en las mujeres a los ciclos menstruales y en los varones a la espermatogénesis.
Son órganos cuya secreción es externa, ya que del ovario se expulsa el óvulo y de los testículos, los espermatozoides, que eventualmente fertilizan al óvulo en el acto sexual, pero también son de secreción interna ya que liberan hormonas, que son en la mujer los estrógenos y la progesterona, y en el hombre, la testosterona.
Los ovarios, en número de dos y situados a los costados de la pelvis, son las gónadas femeninas, mientras que los testículos, situados detrás del pene y contenidos en una bolsa que se denomina escroto, son las masculinas, que en los humanos se forman en la séptima semana de ser gestado el embrión, y servirán para cuando ese individuo llegue al menos a la pubertad para perpetuar la especie al juntarse con la célula reproductora del otro sexo para dar lugar al zigoto que se transformará en embrión y luego en feto, hasta que se produzca su nacimiento.
En los animales y vegetales que portan gónadas sexuales femeninas o masculinas a la vez (hermafroditas) no dan lugar a nuevos individuos por sí solos en general, salvo las tenias que sí pueden autofecundarse.
En el reino vegetal no se habla de gametos sino de gametangios para aludir a sus órganos reproductores.
Fingermann, H. (1 de febrero de 2017). Concepto de gónada. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-naturales/gonada
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