Concepto de acorde

La palabra acorde puede ser entendida como correspondencia, armonía o acuerdo entre cosas, personas, o ideas, o entre personas y hechos o tiempos o espacios o medidas. Por ejemplo, la expresión “estar acorde con las circunstancias” significa que el comportamiento de alguien es adecuado en el contexto (estar triste en un velatorio, mostrarse feliz en una celebración, vestirse de gala para una ocasión importante, etcétera). También se dice que una persona se viste acorde con su edad, o con su peso corporal, o con su altura, o con su sexo. Opiniones acordes, son aquellas que resultan coincidentes o complementarias.

En distintas culturas, la palabra «acorde» se emplea para describir comportamientos o normas que preservan la identidad cultural y favorecen la armonía social. En eventos formales, por ejemplo, los códigos de vestimenta son fundamentales para estar acorde con las expectativas culturales. Las tradiciones familiares o las celebraciones religiosas también requieren una conducta que esté en sintonía con los valores comunitarios, fortaleciendo así la cohesión cultural.

En el sentido de armonía como sinónimo de belleza, expresamos que ciertos hechos, situaciones o creaciones artísticas están acordes o no con el buen gusto, o con las pautas estéticas culturales.

Los acordes han evolucionado significativamente desde la era medieval, con los cantos gregorianos introduciendo armonías simples, hasta la complejidad de la polifonía renacentista. En el Barroco, compositores como Bach avanzaron la teoría musical con sofisticadas progresiones de acordes. El romanticismo del siglo XIX trajo una riqueza emocional a través de acordes experimentales, consolidando bases para la música moderna.

En Música, se denominan acordes a tres o más sonidos distintos (dos notas constituyen un intervalo) combinados armónicamente, y cuyo sonido suena al unísono o en forma sucesiva. El primer acorde que se elige es la nota que se llama tónica, y es el que le asigna el nombre al acorde, por ejemplo, Do. Luego se escoge la que corresponde a la tercera nota, que en el caso del ejemplo, empezando por Do, sería Mi. Esta segunda nota recibe el nombre de modal, y determina si se trata de un acorde menor o mayor. Luego se toma la nota que se llama dominante, y es la quinta en forma ascendente, en este caso, Sol. Este acorde consta, entonces, de tres notas que son la fundamental (que le otorga el nombre al acorde) la tercera y la quinta, se denomina acorde triada.

Además de los acordes mayores y menores, existen otros tipos como los acordes disminuidos, aumentados y de séptima. Los acordes disminuidos, por ejemplo, se componen de intervalos menores y crean una sensación de tensión. Los de séptima aportan variedad y profundidad, enriqueciendo la estructura armónica de una pieza musical.

Los acordes básicos son los acordes mayores, de sonido brillante y consonante, que tienen una tercera mayor, a partir de su fundaental; y los acordes menores, que tienen sonido más apagado y triste, poseyendo una tercera menor a partir de su fundamental.

Los acordes pueden provenir de un único instrumento musical, o de dos o más que se ejecuten juntos. A partir de la tríada de acordes pueden formarse otros acordes mayores y menores, que pueden permitirnos formar una canción.

El instrumento musical conocido como acordeón, derivado el nombre del alemán «akkordion» recibió ese nombre, dado por su inventor, el austríaco Cyrill Demian en el año 1829 por su sonido de gran afinación.

El acordeón, desde su invención, ha sido adoptado en variados contextos culturales. En Argentina, es esencial en el tango, mientras que en Europa del Este se integra en la música folclórica. Este instrumento versátil y melódico enriquece diversas tradiciones musicales, evidenciando su adaptabilidad y impacto cultural global.

La progresión armónica consiste en una sucesión de acordes, ya sean implícitos o explícitos, para otorgar coherencia musical, pues los acordes aparecen enlazados de modo ordenado y controlado.

Las progresiones armónicas varían entre géneros musicales, cada uno empleando acordes de manera única. En jazz, la improvisación se beneficia de progresiones complejas como el «ii-V-I». La música rock, en cambio, utiliza patrones más simples para crear energía, mientras que la música clásica explora estructuras detalladas que promueven la emotividad y la dinámica musical.

Citar este artículo

Fingermann, H. (19 de junio de 2011). Concepto de acorde. Deconceptos.com. Actualizado el 25 de febrero de 2025. https://deconceptos.com/arte/acorde

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