Concepto de falacia
La palabra “fallacia” nos llegó a partir del latín “fallacia” palabra integrada por el verbo “fallere” que puede traducirse como mentir o engañar, y el sufijo “ia” que indica cualidad.
Este sustantivo se utiliza en el lenguaje cotidiano, como sinónimo de mentira, por ejemplo: “Es una falacia pretender que la vida sea justa para todos, ya que la propia naturaleza no lo es” o “Tu vida es una falacia, intentas dar una imagen que no se corresponde con lo que eres en realidad” o “Tus falacias me tienen cansada, todos los días inventas algo nuevo para no responsabilizarte de tus tareas”.
Más estrictamente se usa la palabra falacia en Lógica para nombrar a los argumentos carentes de validez, por ser erróneos, pudiendo apoyarse en premisas verdaderas o falsas.
Las argumentaciones se basan en silogismos, donde la argumentación compara dos premisas, una antecedente y otra consecuente para llegar a la conclusión.
En las falacias se aparenta hacer un argumento sólido y correcto, pues se hacen generalmente con el motivo de engañar o de persuadir. Hay muchas clases de falacias, las formales presentan fallas estructurales, pues se realiza una mala conexión entre las premisas y la conclusión, que no surge de las premisas. Un caso es la negación del antecedente: Primera premisa: Si los niños van a la escuela, entonces aprenden a leer Segunda premisa: Juan no fue a la escuela Conclusión: Juan no sabe leer.
Otras fallas son no formales, o ejemplo aquellas que apelan a la opinión mayoritaria, a la piedad o al pueblo, para sentar una posición indiscutible. Ejemplo: “Es la opinión de la mayoría que debemos otorgarle al gobierno facultades extraordinarias” .
Fingermann, H. (4 de mayo de 2015). Concepto de falacia. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-sociales/falacia
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