Concepto de impuntualidad
La impuntualidad es la calificación negativa que recibe aquel que no está en el horario debido o que retrasa sus tareas más allá del plazo asignado. No es puntual, o sea, no se ubica en ese preciso punto, donde el tiempo marca el instante preciso en que se debería concretar la acción de asistir, de levantarse, de entregar una labor, etcétera.
Ser puntual o impuntual es un hábito que depende en parte de nuestra voluntad y en otra de las costumbres familiares y de nuestra personalidad. En general, quienes son puntuales son más obsesivos, perfeccionistas y estructurados, mientras que los impuntuales suelen ser más relajados, distraídos, y menos estrictos.
En ocasiones, la impuntualidad no resulta ser un hecho grave, como cuando se llega tarde a una fiesta con muchos invitados, donde generalmente, no se notará nuestro retraso y no habrá perjuicio para nadie; pero en otros, sí puede serlo. Por ejemplo, la impuntualidad en el estudio o en el trabajo o en una cita, puede implicarnos que perdamos oportunidades y derechos, por ejemplo: “Juan es la quinta vez que llega una hora tarde al trabajo y ya lo han apercibido, la próxima vez, lo suspenderán o directamente lo despedirán del empleo”, “El profesor no me dejó rendir el examen por llegar más tarde, mi impuntualidad está retrasando la conclusión de mis estudios”, “Si el médico sigue tardando tanto en atenderme, cambiaré de facultativo, debido a su impuntualidad”, “Fui impuntual en el pago de mis servicios y ahora tengo que abonarlos con recargo” o “Tenía una cita con una hermosa chica y me quedé dormido, ella se enojó mucho por mi impuntualidad y ya no quiere volver a verme”.
Pero no solo las personas pueden ser impuntuales es sus actividades, sino también las empresas de servicios, por ejemplo: “La impuntualidad con la que pasa el colectivo es terrible, hace más de media hora que lo estoy esperando” o “Se cortó la luz en mi barrio y el servicio técnico, siempre impuntual, tardó tres días en reestablecer el servicio”.
La impuntualidad cuando es en desmedro de los derechos de otro, los que por ello pierden tiempo, ganancias, les generan estrés, etcétera se considera una falta de respeto y de empatía. Esto no significa que no tengamos el derecho alguna vez de ser impuntuales, si nos ha sucedido un hecho imprevisto, sino que nos referimos a aquellos que son impuntuales natural y asiduamente, y algunos, hasta justifican su actitud, no dándole tanta importancia a su desliz, lo que hace que no procuren mejorar.
Si bien el tiempo es percibido por las personas de diferente manera, el reloj, como instrumento creado por el hombre para medir el tempo, hace que nos atengamos a esa medida temporal, para ponernos de acuerdo. ¿Imaginan si cada uno hiciera las cosas compartidas, de acuerdo a sus tiempos? Jamás podríamos acordar nada.
Reconocer que ser impuntual está mal, e intentar hacer todo a tiempo, evitando las distracciones, es un buen comienzo para cambiar. En general, los impuntuales, lo son, porque hacen mal manejo del tiempo o muchas cosas al unísono o no toman en cuenta su reloj, o tienen miedo de llegar a determinado lugar, o que el trabajo que hicieron no sea del agrado del receptor, y entonces inconscientemente, llegan tarde, o entregan el producto fuera de tiempo. Más difícil de mejorar es cuando la impuntualidad es un síntoma de una personalidad narcisista, y entonces, la impuntualidad es un modo de hacerse notar e influir en los demás, como si el único tiempo válido fuera el de suyo.
Fingermann, H. (8 de enero de 2020). Concepto de impuntualidad. Deconceptos.com. Actualizado el 30 de marzo de 2020. https://deconceptos.com/ciencias-sociales/impuntualidad
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