Concepto de inclusión
La palabra inclusión proviene etimológicamente del latín “inclusĭonis” y alude tanto a la acción como al efecto del verbo incluir, que a su vez procede del latín “includĕre”, vocablo integrado por el prefijo “in” que puede traducirse como “en” y por “claudere” con el significado de “cerrar”.
La inclusión designa a aquello que procede a encerrar algo dentro de otra cosa material o inmaterial, y al resultado de esa acción. En un sentido más amplio, la inclusión se refiere a la aceptación y el reconocimiento de la diversidad y la singularidad de cada individuo, y a la eliminación de barreras que impiden la participación plena y efectiva de todos en la sociedad.
Se aplica en diversos ámbitos:
En Matemática, y más precisamente en la teoría de conjuntos, la inclusión es una vinculación entre dos o más conjuntos. Si llamamos a uno de estos conjuntos A, y al otro B, diremos que A está incluido en B, si todos sus elementos además de pertenecer a su conjunto también le pertenecen a B. Sin embargo pertenencia e inclusión no son sinónimos, pues la pertenencia vincula a cada elemento con el conjunto que lo contiene, y la inclusión se relaciona a todo un conjunto que está contenido en otro conjunto. Por ejemplo en el conjunto de los días de la semana está incluido el subconjunto de los días laborales. El conjunto vacío se incluye en cualquier conjunto.
En las Ciencias Sociales, la inclusión social se refiere a que las personas que integran los diferentes sectores representativos de una comunidad puedan acceder a los derechos que se les brindan al conjunto. Cuando un grupo de personas no encuentra la posibilidad de participar cultural, política o económicamente dentro de la sociedad que integra, ya sea por poseer una ideología, una religión, una nacionalidad o una raza diferente, o por carecer de recursos económicos o formar parte de otras minorías, se consideran que se encuentran excluidos.
Para lograr la inclusión, el Estado debe lanzar medidas políticas para ofrecer igualdad de oportunidades: becas de estudio, planes de desempleo, dotar de los insumos necesarios a los hospitales públicos, etcétera. En los colegios, la inclusión social apunta a que tengan acceso a los establecimientos de enseñanzas los niños de todos los sectores sociales y aquellos con discapacidades físicas, mentales y/o cognitivas.
En el ámbito laboral, la inclusión se refiere a la creación de un ambiente de trabajo en el que todos los empleados sean valorados y tengan las mismas oportunidades de éxito. Esto implica la eliminación de barreras y prejuicios que puedan impedir la participación plena de ciertos grupos, como las personas con discapacidades, las minorías étnicas y raciales, las mujeres, las personas mayores y las personas LGBT+. La inclusión laboral puede incluir políticas y prácticas como la contratación y promoción equitativas, la capacitación en diversidad e inclusión, y el apoyo a los empleados con necesidades especiales.
Por último, en el ámbito educativo, la inclusión se refiere a la práctica de educar a todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades o discapacidades, en el mismo entorno. Esto puede implicar la adaptación de los currículos, la capacitación de los maestros y la provisión de apoyos y servicios adicionales para los estudiantes con necesidades especiales. La inclusión educativa tiene como objetivo garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de aprender y crecer junto a sus compañeros, y de participar plenamente en la vida escolar.
Fingermann, H. (26 de septiembre de 2014). Concepto de inclusión. Deconceptos.com. Actualizado el 21 de febrero de 2024. https://deconceptos.com/general/inclusion
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