Concepto de compresa

La palabra compresa nos llegó desde el término latino “compressa” que se integra con el prefijo de integralidad, “com” y con el vocablo “pressus”, que implica que algo está comprimido o presionado.

Las compresas, aplicadas con fines terapéuticos desde la antigüedad, recomendadas ya por el padre de la medicina, Hipócrates, por ejemplo, calientes, en el caso de las escoliosis, se fabrican con alguna tela, limpia y si es posible esterilizada, que puede ser de algodón u otro material absorbente, que se aplica sobre la piel, en zonas del cuerpo que han sufrido algún traumatismo, inflamación o herida, para aliviar el dolor, bajar la hinchazón o detener el sangrado, según los casos. La tela se dobla, formando una tira, que no venda la zona, sino que se puede ir retirando cada veinte minutos, que es el tiempo aconsejable de colocación.

Si se aplican frías, lo que puede lograrse simplemente mojando la compresa en agua helada o fría y luego, agitándola, o envolviendo con la tela guisantes congelados, reducen la circulación de la sangre, contribuyendo a desinflamar la zona e impidiendo que se formen hematomas, por lo que son aconsejables en caso de golpes, tendinitis, aplicación de vacunas o inyecciones, dolores de muelas o dientes o para disminuir la fiebre, colocándolas sobre la frente; y las calientes, que pueden fabricarse envolviendo en la tela, arroz o frijoles calientes, relajan y estimulan la circulación sanguínea, favoreciendo la movilidad. Se usan en caso de dolores musculares, calambres, forúnculos (contribuyen a que drenen) tortícolis, etcétera. Sobre el pecho, ayudan a aliviar la tos, y sobre la zona intestinal, mejoran las molestias ocasionadas por las flatulencias o el colon irritable.

Las compresas también pueden aplicarse impregnadas con alguna sustancia medicinal, para que se absorba a través de la piel. Por ejemplo, para los orzuelos, se pueden preparar compresas, mojando la tela, en una mezcla de flores de manzanilla y aceite de oliva, remojados en agua caliente.

En los quirófanos, son muy necesarias para absorber los líquidos corporales, debiendo estar, lógicamente, esterilizadas.

Pueden usarse, también, como parte de un tratamiento de belleza. Por ejemplo, las compresas frías reducen la hinchazón ocular y las ojeras.

Si en vez de embeber el paño en un líquido, colocamos directamente sobre la zona un elemento medicinal, en general natural, se trata de una cataplasma, como cuando colocamos trozos de patatas sobre la piel para embellecerla, o rodajas de pepinos en los ojos para deshincharlos. Las cataplasmas tradicionales, son las se hacen mezclando la harina de algún cereal, agua caliente y algún compuesto activo, que puede ser una planta medicinal machacada, armando una pasta, que se coloca directamente sobre la piel.

Suelen llamarse compresas higiénicas, o toallas sanitarias, las que se usan, sobre la ropa interior de la mujer, para absorber el flujo menstrual, o el sangrado post parto o post aborto. Pueden ser usadas diariamente, en este caso, con textura más delgada, para absorber otros fluidos, que se secretan en menor cantidad, por la vagina.

Citar este artículo

Fingermann, H. (6 de marzo de 2023). Concepto de compresa. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-naturales/compresa

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