Concepto de cuello
La palabra cuello nos remite etimológicamente al latín “collum”, que a su vez proviene del verbo de origen indoeuropeo “kwolo”.
En el reino animal, y en casi todos los vertebrados, el cuello es una porción corpórea estrecha que de largo variable, une, con función conductiva, la cabeza con el cuerpo.
Los peces no poseen cuello, y el de las aves presenta una enorme flexibilidad. Hay animales como la jirafa cuyo cuello es muy largo y otros, como el elefante que lo tienen, pero muy corto.
En el ser humano la estructura ósea del cuello está integrado por un hueso, el hioides de forma de herradura, con su concavidad hacia la parte de atrás. Está ubicado en el cuello, en la parte anterior; es de tamaño pequeño, independiente, pues no se articula con otro hueso en forma directa. Se halla suspendido entre el maxilar inferior y el primer cartílago laríngeo.
En el hioides se insertan trece músculos, entre lo cuales está el de la lengua. El manubrio del esternón (su parte más ancha) y las clavículas ubicadas en la base del cuello en su unión con la caja torácica, casi completan el armazón del cuello. La movilidad del cuello la permiten las siete vértebras cervicales
La parte de las prendas de vestir que rodean esta parte corpórea, y los adornos sueltos que se colocan en esa zona, también toman la denominación de cuello.
En las vasijas y otros envases, como en las botellas, el cuello es su parte superior, y además angosta, que permite el paso del contenido pero con más lentitud. Es por ello que la expresión “cuello de botella” se emplea cuando la circulación se hace más lenta, por ejemplo en el tránsito: “se ha formado en la ruta un cuello de botella por la gran cantidad de vehículos, y por ello existe demora”.
Fingermann, H. (4 de octubre de 2013). Concepto de cuello. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-naturales/cuello
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