Concepto de empujón

Empujón es tanto la acción como el efecto del verbo regular de primera conjugación, “empujar”. Según el filólogo español, Joan Coromides (1905-1997) el verbo empujar, se originó en el latín “impulsare”, integrado en vocablo por el prefijo de interioridad “in” y por “pelliere” en el sentido de “poner en marcha”.

El término «empujón» ha evolucionado desde su raíz latina «impulsare», usada en el Imperio Romano. Documentos históricos revelan su adaptación progresiva en la lengua romance durante la Edad Media. En obras literarias del Siglo de Oro español, como las de Cervantes, se evidencia el uso del término, consolidándolo en el idioma castellano contemporáneo.

Un empujón es darle a algo o a alguien una envión, aplicándole una fuerza que lo impulse hacia adelante, atrás, al costado, abajo o hacia arriba, lo que se hace con diversos fines: “Le di un empujón a la hamaca para que se balancee”, “Con un empujón fuerte, impulsé al autito de juguete para que corra”, “El hombre quería pasar, y como yo estaba en su camino, me dio un empujón, evitando pedirme educadamente permiso”, “Sin querer, empujé a mi perro, y el pobre rodó por las escaleras” o “Al recibir el empujón, el hombre no pudo sostener el equilibrio y cayó al vacío”.

El medio que se usa para empujar puede ser una cosa: “Empujé la puerta con un palo de madera, pues tenía temor de que estuviera electrificada”; un ser vivo: “Empujé con la planta la cortina, y se cayó”; una parte del cuerpo: “Me empujó con su pie, y me caí”; aunque también los empujones pueden ser algo accidental o propio de la naturaleza: “El bebé empujó para salir por el canal de parto”, “El viento empujó las nubes” o “Las olas empujaron el agua hacia la playa”.

En algunos países de América Latina, «empujón» puede transformarse en expresiones coloquiales. En México, por ejemplo, se usan términos como «empujoncito» para un impulso leve o «jalón» como sinónimo en ciertos contextos. Estas variaciones reflejan diferencias lingüísticas y culturales dentro del mundo hispanohablante.

También puede estar referido de modo inmaterial, cuando la “fuerza” es en sentido moral, con lo cual se ayuda a alguien a lograr un objetivo: “Me dio un gran empujón en mi carrera al aumentarme la autoestima” o “Mi padre siempre fue el que me empujó a encontrar el camino en la vida”.

En psicología, el concepto de «empujón» se utiliza para describir intervenciones positivamente estructuradas que impulsan cambios conductuales. El término «nudge», popularizado por Richard H. Thaler, destaca cómo pequeños ajustes en el entorno pueden motivar decisiones beneficiosas en áreas como la salud y el ahorro.

También puede empujarse o ayudar a alguien a desarrollarse y progresar cuando se lo ayuda económicamente: “La beca que recibí fue un gran empujón para completar mis estudios”.

El efecto «empujón» también es relevante en economía, donde las políticas de incentivos discrecionales pueden alterar el comportamiento del consumidor. Un ejemplo es el ahorro para la jubilación, donde ajustes automáticos en la contribución pueden aumentar significativamente el capital acumulado.

Un libro de Economía llamado “Un pequeño empujón” cuyos autores son Cass R. Sunstein y Richard H. Thaler, otorga algunas recomendaciones para tomar decisiones, modificando ciertas conductas.

Algunos críticos argumentan que los «nudges» pueden implicar manipulación sutil, cuestionando la ética de influir en decisiones personales sin consentimiento explícito. Sin embargo, defensores sostienen que ofrecen soluciones efectivas para problemas complejos al mejorar decisiones sin restricciones severas.

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Fingermann, H. (7 de agosto de 2019). Concepto de empujón. Deconceptos.com. Actualizado el 4 de marzo de 2025. https://deconceptos.com/ciencias-naturales/empujon

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