Concepto de reo
La palabra reo procede etimológicamente del latín “reus” y se aplica a los acusados de la comisión de un delito que se encuentran penalmente procesados, o sea pendientes de su declaración de culpabilidad o sobreseimiento por parte de un juez o tribunal, y a los ya condenados al cumplimiento de una pena. En el primer sentido, aplicándose a los procesados, rige el principio constitucional en los países democráticos, del “in dubio pro reo” que quiere decir que si hay dudas razonables que no permiten atribuir el delito al acusado con certeza, se debe estar por declararlo inocente. Este principio está muy vinculado al de legalidad y al de presunción de inocencia, ya que el juicio comienza con la consideración del reo como inocente y solo será declarado culpable en la sentencia si las pruebas son contundentes en su contra. Se basa en que ante la posibilidad de dejar a un delincuente en libertad o a un inocente preso, se prefiere la primera alternativa, aunque ninguna de las dos sea justa.
Ejemplos: “El reo escuchó la sentencia sin inmutarse”, “El abogado del reo lo defendió con vehemencia”, “El fiscal no pudo probar la culpabilidad del reo, y debió ser dejado en libertad” o “Los reos serán traslados a otro lugar de detención”.
En el lenguaje cotidiano solemos llamar reo a quien no se ajusta a las normas sociales, comparándolo con quien ha cometido un hecho ilícito: “Estás vestido como un reo” o “Tienes los modales y el vocabulario de un reo”.
En Zoología se conoce como reo o trucha marisca, a un pez que podemos encontrar en la zona donde desembocan los ríos y que al cabo de dos años se traslada al mar, y su tamaño duplica al de la trucha común de río.
Fingermann, H. (30 de mayo de 2016). Concepto de reo. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-naturales/reo
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