Concepto de expirar
La palabra expirar proviene en su etimología del vocablo latino “exspirāre” con el significado de exhalar.
No debe confundirse esta palabra con espìrar que es sacar el aire fuera del cuerpo, a diferencia de inspirar que es tomarlo del entorno a través de las fosas nasales o la boca, para llevarlo a los pulmones.
Expirar pasó a ser sinónimo de la palabra muerte, pues desde la antigüedad se consideraba que la vida se escapa del cuerpo, cuando el último suspiro se exhala o espira. Junto a ese suspiro también se expira la vida. El aire ingresa para entregar oxígeno y con ello, vida; y se espira para expulsar el dióxido de carbono, como proceso normal y continuo, cíclico que termina y se vuelve a iniciar. Cuando luego de la espiración ya el aire no ingresará al organismo, es porque murió, expiró.
La expiración genera dudas sobre el sentido de la existencia, y ello provoca gran angustia, que es motivo de análisis filosóficos, y que han llevado a hallar respuestas solamente a través de la fe religiosa.
Jurídicamente, la expiración o fallecimiento de un ser humano, abre un proceso denominado sucesorio, para que los herederos dejados por su voluntad en un testamento, o los llamados por la ley, si no lo hubiere, ocupen el lugar de quien expiró, en cuanto a la titularidad de sus bienes.
Expirar al indicar un fin o término, también se aplica a los tiempos, que en este caso toman el nombre de plazos. Ejemplos: “Tira ese medicamento, ya expiró su tiempo de validez” o “ya expiró el plazo para que te anotes en el concurso”.
Fingermann, H. (27 de septiembre de 2013). Concepto de expirar. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/general/expirar
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