Concepto de comparación

Comparación, palabra que procede del latín “comparatio”, es la acción y el resultado de comparar, del latín “comparare”, término integrado por el prefijo de globalidad “com”, y por “parare”, que significa “preparar”.

Una comparación, supone la existencia de al menos dos sujetos u objetos, que se toman como referencia comparativa; aunque también puede compararse algo o alguien con consigo mismo, en otros momentos de su existencia, o en otros roles o circunstancias.

La comparación supone un análisis donde se busca descubrir las semejanzas y diferencias cualitativas y/o cuantitativas, entre los individuos o las características que son objeto de comparación.

Ejemplos: “Voy a efectuar una comparación entre dos marcas de lavarropas, en cuanto a su precio, funcionalidad, garantía post venta, y durabilidad, para saber cuál me conviene comprar”; “Estoy por finalizar mis estudios secundarios e hice una comparación entre las tres carreras universitarias que me gustan en cuanto a su duración, número y tipo de materias y oportunidades laborales, para saber cuál me conviene elegir”; “Para realizar un estudio de las religiones de la antigüedad, realicé la comparación en forma de cuadro”; “No hay comparación posible en el sabor, entre estos dos postres, son muy diferentes, pero cada uno tiene su encanto particular”, “Si comparo mi infancia con mi vida adulta, creo que ahora soy más feliz, pues padecí abandono familiar y carencias de todo tipo cuando era niño” o “En la comparación entre las dos tiendas de mi barrio, hay una que sale ganando por el buen trato al cliente”.

Las comparaciones establecen gradaciones, estableciendo que un sujeto u objeto es igual, mayor o menor en peso, longitud, etcétera que otro: “La cocina de mi casa es más pequeña que el living”, “Este mueble tiene los mismos cajones que este otro” o “Este libro es más pesado que este cuaderno”.

Suelen hacerse cuadros comparativos, para hacer un cotejo más efectivo. Por ejemplo, si se quiere comparar los distintos períodos históricos, pueden compararse sus fechas de comienzo y fin, los hechos ocurridos en uno y otro; los cambios sociales, económicos y políticos, etcétera. Por ejemplo, el sistema político de la Edad Media fue el feudalismo, mientras el de la Edad Moderna, el absolutismo monárquico.

Como recurso literario, la comparación o símil, es una figura retórica, donde se establece una relación comparativa entre una cosa y un ser vivo, o viceversa; dos cosas, o dos seres vivos, diciendo que uno se parece al otro; por ejemplo: “Las nubes en cielo, semejan copos de algodón”, “El insulto, como si fuera una flecha, lastimó mi corazón” o “Las desnudos ramas de los árboles, se extienden al cielo como brazos implorando clemencia”. La comparación o símil se distingue de la metáfora, pues en ésta última, se reemplaza el sujeto u objeto por el otro que aparece como similar, por ejemplo: “En la noche se veían titilar las hermosas perlas plateadas” (sin nombrar a las estrellas).

Entre seres humanos, las comparaciones, con respecto a sus características físicas o de personalidad, es conveniente evitarlas, ya que cada uno es singular y puede herirse su autoestima; salvo que se haga con fines de salud; como, por ejemplo, cuando se compara el desarrollo psicofísico de un niño con un modelo, para saber si cumple los estándares normales, y, si no es así, poder actuar de forma prematura.

Las comparaciones de las habilidades, capacidades y características humanas, aunque como ya dijimos no deberían hacerse, son muy comunes, por ejemplo, en un concurso de belleza se comparan las candidatas y se elige la que, según el jurado, es la más bonita; o en una entrevista de trabajo, se comparan los antecedentes de estudio y laborales de los pretendientes al puesto.

En ocasiones quien compara no es otra persona, sino uno mismo, con respecto a los demás, y eso tampoco es positivo, pues puede generar sentimientos de superioridad o inferioridad, que sin duda, son equívocos, pues nadie es bueno ni malo en todo; y debemos aprender a querernos con nuestras virtudes y defectos, sin vanagloriarnos de los primeros ni despreciarnos por los segundos, sino tratar de corregir estos últimos, en la medida de lo posible, pero sin competir con nadie, más que con nosotros mismos.

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Fingermann, H. (20 de febrero de 2023). Concepto de comparación. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/general/comparacion

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