Concepto de confidente
La palabra confidente, procede, en su etimología, del latín “confīdentis”, que a su vez es participio del verbo “confidĕre” que significa “confiar”.
Es confidente, aquella persona a quien se le confía un secreto, por tenerle la confianza suficiente que no lo revelará, o se le encarga hacer algo que nadie tiene que conocer, pues puede perjudicar a quien se lo confió.
Ejemplos de uso: “Mi hermana es mi confidente, sabe todo sobre mi vida, incluso aquellos errores que cometí, y de los que me arrepiento, pero no me atrevo a contarle a nadie más”, “Me gustaría tener a un confidente con quien compartir mi oscuro pasado, pero no confío en nadie; pues si se hacen públicos tendré muchos problemas con la ley” o “Era mi amigo y confidente pero me traicionó contando mis intimidades a mucha gente”.
Un confidente también puede ser aquel que se infiltra en fuerzas enemigas o en prisiones o en bandas delictivas, para obtener información que pueda servir a quien le encargó la misión. Por ejemplo: “Los oficiales no sabían que uno de ellos, era un confidente del enemigo, y su estrategia se frustró al ser conocida por el adversario, que se anticipó a su accionar” o “El procesado le contó a su compañero de celda, cómo había matado a su víctima, ignorando que era confidente de la policía, y eso sirvió como prueba para condenarlo”.
Hay personas que por su profesión, son confidentes de otras, y que no pueden revelar los secretos que se les confían por una particular obligación ética y jurídica. Uno de esos casos, es el de los sacerdotes, que reciben la confesión de parte de sus fieles. Es lo que se conoce como “sigilo confesional” y contarlo es un delito para el Derecho Canónico. Santo Tomás sostenía que se escucha en nombre de Dios, por eso es como que no se sabe.
Los psicólogos tampoco pueden contar lo que sus pacientes les expresan en sus sesiones terapia, y se transforman en confidentes muy confiables por ese motivo. Sin embargo, en esta y otras profesiones, por ejemplo, las de médico o abogado, se permite que ese secreto entregado al confidente se revele, si existen justas causas. Así lo establece, por ejemplo, el artículo 156 de Código Penal argentino, que permite al confidente dejar de lado su deber de guardar el secreto, si existe un grave peligro en juego para él, el paciente o terceros. Un caso paradigmático, sentó la llamada teoría Tarasoff, pues una joven llamada Tatiana Tarasoff, fue asesinada por su novio, quien le había contado a su psicólogo la intención de asesinar a una mujer, sin decirle quien era, pero el profesional había deducido que era su novia. El psicólogo logra internar a su paciente, pero el nosocomio le otorgó el alta, lo que le permitió consumar su crimen. Si el psicólogo hubiera podido contar lo que sospechaba como confidente, la vida de Tatiana hubiera sido resguardada.
En el Cine, “El Confidente” es una película de producción estadounidense que se estrenó en el año 1973, bajo la dirección de Peter Yates. El protagonista es un confidente del FBI que acepta esa tarea para evitar ir a prisión.
Por extensión, también se aplica a otros seres animados o inanimados a los que les contamos nuestros secretos, como si habláramos con nosotros mismos. Por ejemplo: “La almohada es mi confidente, pues en la soledad de mi cuarto, lloro mis penas” o “Mi perro es mi confidente, y aunque no me responde, veo en sus ojos que entiende mi tristeza”.
Otro significado de confidente es el referido a aquellos asientos que se ubican enfrentados, permitiendo una conversación entre las personas. En la ciudad de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán, son famosas las sillas confidentes, pintadas de blanco que se aprecian en diferentes espacios públicos,, que enfrenta a las personas que se sientan en ellas, copiadas de las usadas en Francia en el siglo XIX, que tienen los respaldos unidos en un formato de S.
Fingermann, H. (29 de marzo de 2023). Concepto de confidente. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-sociales/confidente
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