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pronóstico

Originado en el término griego “προγνωστικόν”, pasó al latín como “prognostĭcum”, y de allí a nuestro idioma como pronóstico, con el significado de predecir o anunciar acontecimientos futuros, basándose en ciertas señales, síntomas, intuiciones, estudios, o historia previa. Es el resultado de la acción de pronosticar, o sea de aventurar sobre lo que aún no

preciso

La palabra preciso, deriva en su etimología del vocablo latino “praecīsus” y puede referirse, como primera persona del verbo precisar, a necesitar algo, por ejemplo “preciso conseguir un empleo para poder formar una familia” o “preciso comprar los medicamentos si pretendo curarme”. Puede también, como adjetivo, referirse a aquello que es exacto, claro o puntual,

provisión

La palabra provisión deriva del vocablo latino “provisĭonis» aludiendo al verbo proveer, en cuanto acción y también efecto de mantener cosas guardadas para cuando se las necesite, pudiendo ser alimentos, armas, dinero, medicamentos, herramientas, agua, artículos tecnológicos, ropa, pañales, etcétera. Es una acción preventiva que pone al resguardo para tiempos de escasez. Por ejemplo: “la

previsión

La palabra previsión, proviene en su etimología del latín “praevisĭonis”, que implica suponer hechos futuros, en base a datos conocidos o signos que preceden al mismo, lo que permite tomar las medidas necesarias para que la persona o la sociedad en su caso, se encuentre más preparada para afrontarlo o disfrutarlo. Cuando se hace una

imprevisto

Lo imprevisto es lo contrario de lo previsto, que a su vez proviene del verbo prever, con etimología en el latín “praevidēre” que significa ver algo con antelación. Por lo tanto algo imprevisto es lo que ocurre sin que lo tuviéramos en mente, cuando se presenta sin dar signos o señales anticipadas que puedan anunciarlo.

impreciso

Lo impreciso es el antónimo de lo preciso, o sea lo que es vago o indefinido, pudiendo aplicarse a cosas, actitudes, sucesos, gestos, colores o ideas. Lo impreciso puede generar confusión o desconfianza, al no circunscribirse a aspectos o límites certeros. Cuando no queremos precisar algo usamos determinadas palabras, por ejemplo, “un señor”, “algún lugar”,

ello

Ello es una palabra derivada etimológicamente del latín “illud” designando la forma del pronombre personal de tercera persona, reemplazando al objeto que se quiere designar: “Te hablé de ello, no te hagas el distraído” o “Es a ello a lo que me refiero”. Para el Psicoanálisis freudiano, el “ello” es la instancia primitiva y biológica

Superyo

El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud (1856-1939) distinguió tres instancias en la psiquis humana, que a menudo se presentan entremezcladas: El “Ello”, donde predominan los impulsos, especialmente sexuales, con contenido inconsciente; el “Superyo” que los frena, sometiéndolos a juicio moral, y que surge cuando es resuelto el complejo edípico; y el “Yo” que intenta conciliar

yo

La palabra yo, proviene en su etimología del vocablo latino “ego”. En el siglo VI, sufrió la pérdida de la “g”. El “eo” resultante, luego se transformó en un triptongo “iou” para finalmente quedar como “yo” en nuestro idioma, y es objeto de estudio y preocupación de numerosas disciplinas: Biología, Antropología, Filosofía, Psicología, Religión, etcétera

filosofía de Platón

Aristocles, más conocido como Platón, por su espalda ancha, perteneciente a la aristocrática familia Glaucón, vivió en Atenas (Grecia) entre los años 428 y 347 antes de Cristo, fue estudioso de Heráclito y admirador de Sócrates, su maestro, desde los 21 años, plasmando por escrito sus ideas. Conoció las ideas pitagóricas en sus viajes por