Concepto de prudente
Prudente es aquel que actúa con prudencia, o sea, que es cauteloso, moderado, precavido, contrariamente a como actuaría alguien desenfrenado, osado, atrevido o comedido. El prudente se toma su tiempo para tomar decisiones o para expresar sus pensamientos, para no precipitarse y obtener resultados insatisfactorios o herir a los demás. Son personas donde la razón domina las emociones y pueden ejercer un autocontrol. Si bien es una característica innata, puede educarse. No debe confundirse con ser tímido o temeroso, sino que se caracteriza por actuar con buen juicio y no de modo precipitado.
Ejemplos de uso
“Debes ser muy prudente para atravesar ese camino y tomar todos los recaudos de seguridad ya que hay muchos malhechores al acecho”, “Soy prudente cuando opino, ya que pienso antes de hablar si mis palabras pueden herir los sentimientos de alguien” o “Ser prudente cuando se conduce un vehículo salva la propia vida y la de los demás”.
Etimología
La palabra prudente se derivó del latín prudentis, que se integra por el prefijo de antelación pro, más el verbo videre en el sentido de “ver”. El sufijo nte alude a que se trata del agente activo de la acción. De acuerdo al origen del término, el prudente es aquel que puede anticipar los hechos, previniéndose de ellos.
La prudencia en Aristóteles
Este filósofo griego de la antigüedad, afirmó que ser prudente es poseer una virtud dianoética, lo que significa que es referida a la intelectualidad del alma, al igual que la sabiduría y la inteligencia; ya que él diferencia éstas de las que llama virtudes éticas, que son las relacionadas a la parte sensitiva del alma. La prudencia, se vincula con la racionalidad práctica, permitiendo elegir lo mejor entre distintas opciones, ya que el prudente puede discernir racionalmente lo que le resulta más conveniente, en los casos en que elegir sea posible.
Los prudentes romanos
Los prudentes, en Roma eran aquellos que ejercían la labor de jurisconsultos, pues eran los capaces de interpretar las normas jurídicas con sabiduría y sano criterio. Los primeros prudentes fueron los pontífices, pues la norma jurídica estaba muy vinculada a lo religioso. Sin embargo, desde fines de la República comenzó a surgir la jurisprudencia laica (sabiduría en lo jurídico no religiosa) prudentes que alcanzaron tal prestigio en los comienzos del imperio que se dividieron agrupándose en dos escuelas, la de los proculeyanos, partidarios de volver al sistema republicano y los sabinianos más afines al emperador, el que les otorgó a ciertos juristas o prudentes, fuerza de ley en sus opiniones, conocido como el ius publice respondendi. En el año 426, la Ley de Citas, le do obligatoriedad a las opiniones de cinco prudentes, Papiniano, Paulo, Ulpiano, Gayo y Modestino, mientras en el siglo VI el Digesto del emperador Justiniano, consagró la opinión de todos los prudentes allí citados con igual valor.
La prudencia en el cristianismo
Quien es prudente goza de una de las virtudes cardinales, que son en total cuatro, que les permite optar por el bien y alejarse del mal, siendo guía para las demás virtudes. Por ello Santo Tomás de Aquino la consideró la virtud primordial, que evita los extremos. Por su parte la prudencia sobrenatural está destinado a lo divino y al acercamiento a Dios.
Rey Felipe II el Prudente
Este rey español que vivió entre los años 1527 y 1598, recibió el apodo de El Prudente, aunque las opiniones en cuanto a sus virtudes se encuentran divididas, ya que sus defensores sostienen que fue extremadamente virtuoso, y sus enemigos lo consideraron despótico, fanático y cruel. Lo que no puede desconocerse es que en su reinado, España se convirtió en la primera potencia europea.
Fingermann, H. (19 de octubre de 2023). Concepto de prudente. Deconceptos.com. https://deconceptos.com/ciencias-sociales/prudente
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